El terrorismo usa la violencia para producir pánico masivo en una sociedad a través de un acto dirigido hacia víctimas primarias. El target último, no obstante, es la psique colectiva. Los instrumentos son el hecho violento y los medios a través de los cuales el acto se difunde. El objetivo es provocar una alteración en la opinión, las actitudes y en la conducta de la sociedad con el fin de obtener ciertos beneficios, normalmente políticos, de ello. Lo que define entonces al acto como terrorista es la estrategia en la utilización de la violencia como herramienta y el mecanismo para propagar el miedo colectivo. Las víctimas directas, las lamentables muertes, son solo instrumentales al objetivo mayor: la sociedad en su conjunto.
Todo parece indicar que lo sucedido ayer en Monterrey se apega a estos lineamientos. Sin embargo, las investigaciones pudiesen revelar alguna otra cosa que al momento de este escrito desconocemos.