Si bien es un hecho las elecciones en México han encontrado en la pluralidad de la cultura nacional un sinónimo de queja y descontento, reflejado no únicamente por miembros de los distintos partidos, sino que a tomado forma al unísono de la población, ya que en su tarea de desacreditarse entre ellos, no solo a afectado el bien principio primario de las elecciones, que son las propuestas, y se a convertido en una gama de razones no bien formadas y sustentadas de ataque, es una guerra sucia lo que vive hoy en día México, no una democracia; que tanto nos hace falta.
Analicemos bien que es lo queremos para el país, cuando esta lleno de mediocridad pictórica y subtajantes respuestas por parte de los facebuqueros y tuiteros que hoy se quejan pero a la ves no hacen nada.
Y no solo eso, ya que solo reflejan que somos separado y no preparado.
Dejémonos de socavar el derecho al respeto a los demás y mejor centrémonos en el crecimiento económico que el país necesita, basta de daño y mejor démosle cabida a la armonía e inteligencia llena de actos.
Muchos alegan que tiene el derecho a la opinión publica, pero ahí es cuando nace la pregunta hasta que punto uno puede lesionar, no solo la compaña de otro, sino el daño colateral que genera esto, acaso los hijo de esto miembros públicos no también ha sido dañados.
Nos creemos un país con derecho a una democracia, pero si actuamos exactamente como lo hacen los partidos, solo estaremos demostrando la falta de preparación que tenemos para afrontar y reconocer ese derecho. No te unas a su guerra, mejor has la paz por el bien de la democracia, demuestra tu educación política y reflejas que en realidad quieren un cambio con los actos, no te vuelvas como ellos.
El unísono