
Sin crear su mejor fútbol dentro del terreno de juego, Holanda avanzó a la final de la Copa del Mundo venciendo a la selección de Uruguay por un marcador de 3 a 2.
Uruguay comenzó mejor el encuentro con ataques por las bandas y un admirable robo de balón, pero al minuto al 18 un disparo impresionante de Giovanni Van Bronckhorst fulminó al portero uruguayo Fernando Muslera, que pese a todo su esfuerzo le fue imposible detener ese balón que iba directo al ángulo superior derecho, sin que nada pudiera hacer.
El juego se volvió lento y en ocasiones hasta ríspido, y no fue sino hasta casi terminando la primera mitad, cuando Diego Forlan disparó desde afuera del área y gracias a la comba que tomo el balón Jubalini y la complicidad de Maarhen Stekelenburg el disparo que parecía de trámite se fue hasta el fondo de la red.
Ya en el segundo tiempo ningún equipo parecía tener el control del partido, y hasta el minuto 70 Holanda anotó a través de Wesley Sneijner que hizó un tiro endemoniado que paso entre las piernas de varios jugadores para anotar su quinto gol en el torneo y tres minutos después Arjen Robben sentenciará de cabeza, con el gol 2.200 de la historia de los Mundiales.
Uruguay se desmoronó después de estos dos goles, y hasta el minuto 92 con más fuerza que fútbol el charrúa Maximiliano Pereira acortó el marcador aunque con tiempo insuficiente para conseguir la igualada.
Holanda llega a su tercera final en la historia de los mundiales y espera rival que salé el día de mañana de la otra semifinal, en la que se enfrentaran Alemania contra España en Durban, Sudáfrica.