Ya es sabido que los delfines son seres simpáticos, alegres, sociables e inteligentes, por lo que estudios han revelado que el afecto de estos animales logran que niños autistas progresen en su tratamiento.

El autismo es un trastorno de la comunicación y conducta que afecta a cuatro niños de cada diez mil, que en su mayoría son del género masculino, y pese a que no son casos aislados la ciencia no sabe que lo provoca, pero se piensa que se trata de una anatomía genética.
Las afecciones de comunicación en los niños autistas son realmente alarmantes, porque es fundamental establecer comunicación en los primeros años de vida. A lo que los delfines han resultado los mejores maestros. Debido a su carácter los pequeños logran establecer contacto visual y hasta balbucear desde las primeras sesiones produciendo a lo largo del tratamiento cambios conductuales relevantes para el progreso los pequeños.
Esto no quiere decir que la delfinoterapia, deba sustituir las terapias tradicionales, pero viene a reforzarlas de manera contundente, ya que después de un tratamiento de delfinoterapia otros tratamientos cobraran fuerza y sentido.