Los neandertales y denisovanos mejoraron la genética de los homo sapienseuroasiáticos al aportar alelos que reforzaron al sistema inmune, pero al mismo tiempo provocó que al llegar a la madurez las defensas atacaran al cuerpo, concluyeron científicos en un artículo que se publica en la revista especializada Science. El equipo de científicos internacionales, dirigidos por Peter Parham, de la Universidad de Stanford, encontró que gracias a que existieron las cruzas entre las tres especies se introdujeron las variantes de genes HLA que son capaces de reconocer y destruir patógenos.
Esta clase de genes son altamente mutables, por lo que se adaptan rápidamente a la evolución de los virus, dando gran parte de la flexibilidad que posee nuestro sistema inmune.
Los investigadores estiman que los europeos deben 50% de sus variantes genéticas que reforzaron su sistema inmune por cruzarse con los neandertales y los denisovanos, los asiáticos deben hasta 80% y las poblaciones de Papua Nueva Guinea, hasta 95%.