Como no es nueva, no llama la atención, no es noticia. Nos hemos hecho a ella, sobre todo, se han hecho a ella quienes la sufren como a algo normal, diario, irrelevante entre los problemas del hombre. Pero hay una crisis de soledad, como hay una crisis de afecto, como hay una crisis de desprecio a muchos valores; sin embargo, la crisis económica es la más escandalosa porque nos da donde más nos duele, que es la cartera.
El problema económico o de economizar, es el uso eficaz de los recursos limitados para satisfacer las aspiraciones ilimitadas de la sociedad. Tras verificar que las aspiraciones son ilimitadas e inventariar los recursos existentes, se estudia el problema económico con ayuda de la curva de posibilidades de producción, que demuestra que es necesario elegir y que la economía solamente puede crecer si los recursos se utilizan e incrementan eficazmente. Tanto materialmente como emocionalmente.
Existe una relación directa entre la economía y la salud de las personas, hasta el punto de que una de las consecuencias de esta crisis económica ha sido el incremento en un 25% en el número de suicidios y en un 15% el de nuevos casos psiquiátricos.
Los problemas socioeconómicos, los bajos niveles educacionales y el desempleo son factores de riesgo para el comportamiento suicida pues limitan la participación social activa del adolescente, impiden la satisfacción de las necesidades más elementales y coartan la libertad de quienes los padecen.
Se debe a que la economía y la sociedad van de la mano, ya que la primera se origina del problema de satisfacer necesidades ilimitadas con recursos limitados este claro es un problema tanto individual como a nivel social. Esto se hace aun más agudo en una crisis donde el desempleo aumenta, y por ello muchas personas quedan sin trabajo y se hacen valer de otro medios para satisfacerse.
Una crisis económica tiene un costo social, porque al reducirse la actividad económica se reduce la actividad productiva del país, originando problemas como; el desempleo, la caida del ingreso y por consecuencia del consumo y el ahorro afectando el nivel de vida de la sociedad. Cuando decimos nivel de vida se refiere al nivel de consumo de bienes y servicios que puede realizar una sociedad, así como el acceso que pueda tener a servicios por parte del Estado, por ejemplo, seguridad social, salubridad, formación educativa, transporte, agua y drenaje, etc., y los servicios de los empresarios, tanto de pequeñas como grandes.
Entonces, ¿Para qué sirve tanto dinero? Ni siquiera para lograr poder, pues es pasajero y se revierte en críticas, si se vive al final en una soledad que orilla a las grandes tragedias.
La naturaleza humana es tan distinta y a veces completamente diferente de acuerdo al país del que se es originario y por supuesto incluso a factores culturales y religiosos.
En los seres humanos vamos a encontrar similitudes muy importantes principalmente en el comportamiento generalizado, incluso hasta en las debilidades humanas, y por supuesto también las fortalezas: hay personas que mentalmente superan sufrimientos, incluso tienen la posibilidad de trasmitir mensajes importantes que alivian y también, por qué no decirla, las llamadas formas sensoriales que actúan de una manera muy diversa, pero siempre como que están envueltos todo esto, en un halo de misterio que normalmente se adivinan, no se entienden y tampoco son muy dados a comunicarlas.
En lo que con más frecuencia hay un factor común es cuando el dinero se ve como un fin y no como un medio, y por supuesto cuando abunda el recurso económico se reúne una serie de factores inherentes a la posibilidad de compra y con ello de dominio de voluntades de quien les rodean.
Connect with us